Entrevista Rivera Música julio 2010
Rivera Música
julio 2010
Actualmente su carrera está lanzada hacia la dirección orquestal. ¿El pequeño Jordi Bernàcer, en su Alcoi natal, fantaseaba ya con la idea de ser Director de Orquesta?
Sí, de hecho fue allí donde esta pasión empezó a tomar forma cuando con 16 años empecé a dirigir conjuntos de viento con mis amigos.
A los 18 años ya había conseguido la Diplomatura y Mención de Honor en la especialidad de flauta travesera, ¿alguna vez pensó en enfocar su futuro hacia la interpretación solista?
Considero fundamental para mi formación la experiencia que desarrollé entonces como flautista: tuve la oportunidad de tocar como solista con diferentes formaciones orquestales además de interpretar bastante música de cámara, en especial el dúo de flauta y percusión que formé durante varios años y que me introdujo de lleno en el mundo de la música contemporánea. Pero ya entonces estaba muy presente el sueño de la dirección de orquesta que poco a poco ganó espacio a la flauta.
Con una formación específica y varios premios en Austria, y pese a la gran cantidad de “peso pesado” en la Dirección de Coro y la Dirección de Orquesta de máximo nivel, usted es todo un ejemplo de JASP (joven aunque sobradamente preparado) con un palmarés de conciertos, estrenos y óperas envidiable para un director de su edad. ¿En qué género se siente más cómodo?
La verdad es que siempre he pensado que todos ellos se complementan y desarrollándolos de modo paralelo se enriquece la visión de la dirección y la interpretación en cada uno de ellos. Es fundamental el conocimiento y la práctica de la dirección coral para entender qué ocurre en una obra sinfónico-coral o en una ópera y a la inversa. También entiendo que se afronta de otro modo el repertorio sinfónico con la experiencia de la dirección de la ópera y viceversa. La interpretación musical ha de enriquecerse de ideas y experiencias diversas.
¿Algún genero que le atraiga de una forma especial para trabajar en el futuro?
Continuando la idea anterior diría que mi deseo es el de continuar con un equilibrio entre la ópera y los conciertos sinfónicos.
¿Una Orquesta que le haya sorprendido por encima del resto?
Me resulta muy difícil elegir una puesto que cada actuación, cada programa, cada sala concitan una experiencia difícilmente equiparable a otra. De todos modos guardo un grato recuerdo de mis colaboraciones con la Orquesta de Valencia (la orquesta que escuchaba cada semana cuando estudiaba en Valencia), la Orquestra de la Comunitat Valenciana en el Palau de les Arts o también la Orquesta Nacional de España.
Una frase popular atribuida al maestro Herbert von Karajan dice: “El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta.” ¿Está de acuerdo?
Absolutamente. Detrás de este concepto lo que encontramos es el objetivo real de la dirección: el de lograr una interpretación bien definida a través de ese complejo instrumento que es la orquesta pero desde una profundidad que va mucho más allá del mero ejercicio de movimiento de los brazos. De hecho, lo que más me fascina de esta comunicación entre músicos y director es cómo se produce rebasando el puro batir de los compases.
Su trabajo como asistente es realmente envidiable: ha trabajado codo con codo con maestros como Lorin Maazel, Zubin Mehta y Patrick Fournillier entre otros, además de ser el director asistente oficial del Cor de la Comunitat Valenciana. ¿Podría explicarnos el día a día y el alcance a nivel musical de esta labor?
La labor del asistente se centra en la preparación de los solistas, orquesta, ensayos de escena etc. previos a la llegada del Maestro que habrá de dirigir la producción. Los ensayos de escena a piano van intercalándose con los musicales de manera que el trabajo escénico y el musical van caminando a la vez. Unos días más tarde se une el coro a los mencionados ensayos de escena para llegar después a los ensayos de “conjunto” donde es ya la orquesta la que toca desde el foso. Se trata de un proceso verdaderamente apasionante: poder vivir día a día cómo van tomando forma, van asimilándose por parte de toda la compañía las ideas del director de escena y las del director musical para confluir finalmente en un espectáculo formidable.
Su relación con la Ópera es cada vez más intensa, y cuenta ya con direcciones operísticas tan reconocidas como Manon de J. Massenet, El Gato con Botas de Montsalvatge, Carmen de Bizet… ¿qué tiene la Ópera que la hace tan distinta al resto de producciones musicales?
Suele decirse que se trata de un espectáculo “total” donde se dan cita diferentes hechos artísticos: la música, el texto, la interpretación teatral, el diseño de la escenografía, luces, vestuario etc. Y sin duda es así, pero yo personalmente añadiría algo y es que hablamos de un proceso de trabajo colectivo inmenso, donde cada una de las personas que participa está aportando lo mejor de su trabajo en beneficio de un espectáculo que debe llegar perfecto al espectador. Participar de ese esfuerzo colectivo me parece extraordinario.
El pasado 18 de Diciembre se convirtió en el primer valenciano en asumir la dirección de una Ópera en la Sala Principal del Palau de les Arts con “Manon” de Jules Massenet. La responsabilidad al frente de una representación de tal magnitud es inmensa y muy pocos poseen las cualidades necesarias para dirigir este tipo de producciones. ¿Cómo definiría esta experiencia?
Inolvidable desde todos los puntos de vista. Desde el puramente artístico fue magnífico poder contar con unos solistas, orquesta, escena etc. extraordinarios en un teatro como el Palau de les Arts, pero además fue muy emotivo para mí contar con el Cor de la Generalitat Valenciana al que me une una relación muy especial.
Pregunta obligada para un experto profesional con amplios conocimientos en musicología: ¿Cuál es su compositor clásico favorito?
Me resulta muy difícil elegir a uno solo. Generalmente me siento más identificado con aquel al que estoy estudiando en cada momento, como Prokofiev ahora mismo. No obstante Mozart, Beethoven y Brahms ocupan siempre un lugar destacado entre mis favoritos.
¿Y el más difícil de trabajar y dominar a la hora de preparar su repertorio?
Descubrir los secretos de cada compositor y de cada partitura es la dificultad y el reto. A partir de ese punto se nos muestran dificultades de diversa naturaleza: la desnudez de la música de Mozart, la complejidad compositiva de las obras de Boulez, la elaborada orquestación de Debussy...
Háblenos de sus próximos compromisos y proyectos…
Durante el próximo mes de septiembre voy a estar al frente del encuentro sinfónico de la JONDE, actuando en el Festival de Música Contemporánea de Alicante, donde realizaremos el estreno en España de la 7ª Sinfonía de Alfred Schnittke además de en Alcoi, Albarracín y en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Asimismo realizaremos una grabación íntegramente dedicada al compositor uruguayo Sergio Cervetti. Más tarde tengo compromisos con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia donde además tocará como solista el violonchelista Asier Polo, la Orquesta Nacional de España y el Grup Instrumental de València además de diferentes colaboraciones en el “Palau de les Arts Reina Sofía” de Valencia.
Una comida
Una deliciosa especialidad de mi Alcoi natal: “mandonguilles d'aladroc” (albóndigas de boquerón)
Una bebida
El vino, mejor si es tinto.
Un libro
El que ahora mismo tengo entre manos: “Conversaciones con Goethe” de Johann Peter Eckermann
Una película
“Novecento” de Bernardo Bertolucci
Un viaje
Todos los imaginables: me encanta viajar.
Un sueño
Poder llevar a cabo todos esos viajes.
Un país
Mejor una ciudad: soy un convencido urbanita. Viena, París, Roma...
Un deseo
Muchos, pero dicen que para cumplirse no deben decirse en voz alta.